Reina-Valera 1909

1 Samuel 20:7-27 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

7. Si él dice: Está bien, entonces paz tendrá tu siervo; pero si se enoja, sabrás que la maldad ya está decidida de parte de él.

8. Harás, pues, misericordia con tu siervo, ya que has hecho que tu siervo entre en un pacto de Jehová contigo; y si hay maldad en mí, mátame tú, pues, ¿qué necesidad hay de llevarme hasta tu padre?

9. Y Jonatán le dijo: ¡Nunca tal te suceda! Antes bien, si yo me entero de que mi padre ha determinado que la maldad venga sobre ti, ¿no habré yo de descubrírtelo?

10. Dijo entonces David a Jonatán: ¿Quién me dará aviso? O, ¿qué pasará si tu padre te responde ásperamente?

11. Y Jonatán dijo a David: Ven, salgamos al campo. Y salieron ambos al campo.

12. Entonces dijo Jonatán a David: Vive Jehová Dios de Israel que cuando le haya yo preguntado a mi padre mañana a esta hora, o pasado mañana, y he aquí si él se muestra bien para con David, y si entonces no envío a ti y te lo descubro,

13. Jehová haga así a Jonatán y aun le añada; pero si mi padre quiere hacerte mal, también te lo descubriré y te despediré y te irás en paz. Y esté Jehová contigo, como estuvo con mi padre.

14. Y si yo aún vivo, haz conmigo misericordia de Jehová para que yo no muera;

15. ni quites perpetuamente tu misericordia de mi casa aun cuando Jehová desarraigue de la tierra uno por uno los enemigos de David.

16. Así hizo Jonatán un pacto con la casa de David, diciendo: Requiéralo Jehová de la mano de los enemigos de David.

17. Y volvió Jonatán a jurar a David, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo.

18. Le dijo luego Jonatán: Mañana es luna nueva, y tú serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío.

19. Estarás, pues, tres días, y descenderás rápidamente y vendrás al lugar donde estabas escondido el día de aquel suceso, y esperarás junto a la piedra de Ezel;

20. y yo tiraré tres saetas hacia aquel lado, como ejercitándome al blanco.

21. Y he aquí, enviaré al criado, diciéndole: Ve, busca las saetas. Y si digo al muchacho: He aquí las saetas están más acá de ti, tómalas; tú vendrás, porque hay paz para ti, y nada malo hay, ¡vive Jehová!

22. Pero si yo digo al muchacho así: He allí las saetas están más allá de ti; vete, porque Jehová te hace partir.

23. Y en cuanto a las palabras que yo y tú hemos hablado, he aquí, Jehová esté entre tú y yo para siempre.

24. David, pues, se escondió en el campo, y cuando llegó la luna nueva, se sentó el rey a comer.

25. Y el rey se sentó en su silla, como solía, en el asiento junto a la pared; y Jonatán se levantó, y se sentó Abner al lado de Saúl, y el lugar de David estaba vacío.

26. Pero aquel día Saúl no dijo nada, porque se decía: Le habrá acontecido algo y no está limpio; seguramente no está purificado.

27. Al día siguiente, el segundo día de la luna nueva, aconteció que nuevamente el asiento de David estaba vacío. Y Saúl dijo a su hijo Jonatán: ¿Por qué no ha venido a comer el hijo de Isaí ni ayer ni hoy?