2. No hay santo como Jehová, porque no hay ninguno fuera de ti, ni hay roca como el Dios nuestro.
3. No habléis excesivamente de grandezas; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca, porque Jehová es el Dios de todo saber, y a él le toca pesar las acciones.
4. Los arcos de los fuertes son quebrados, y los débiles se ciñen de fortaleza.
5. Los saciados se alquilan por pan, y dejan de tener hambre los hambrientos; hasta la estéril da a luz siete, y la que tenía muchos hijos languidece.
6. Jehová da la muerte y él da la vida; él hace descender al Seol y hace subir.
7. Jehová da pobreza y da riqueza; abate y enaltece.
8. Él levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del muladar, para hacerlos sentar con los príncipes y heredar un trono de honor. Porque de Jehová son las columnas de la tierra, y él asentó sobre ellas el mundo.
9. Él guarda los pies de sus santos, mas los impíos perecen en tinieblas, porque nadie será fuerte por su propia fuerza.