Reina-Valera 1909

1 Samuel 2:2-14 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

2. No hay santo como Jehová, porque no hay ninguno fuera de ti, ni hay roca como el Dios nuestro.

3. No habléis excesivamente de grandezas; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca, porque Jehová es el Dios de todo saber, y a él le toca pesar las acciones.

4. Los arcos de los fuertes son quebrados, y los débiles se ciñen de fortaleza.

5. Los saciados se alquilan por pan, y dejan de tener hambre los hambrientos; hasta la estéril da a luz siete, y la que tenía muchos hijos languidece.

6. Jehová da la muerte y él da la vida; él hace descender al Seol y hace subir.

7. Jehová da pobreza y da riqueza; abate y enaltece.

8. Él levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del muladar, para hacerlos sentar con los príncipes y heredar un trono de honor. Porque de Jehová son las columnas de la tierra, y él asentó sobre ellas el mundo.

9. Él guarda los pies de sus santos, mas los impíos perecen en tinieblas, porque nadie será fuerte por su propia fuerza.

10. Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios, y sobre ellos tronará desde los cielos; Jehová juzgará los confines de la tierra, y dará fortaleza a su Rey, y enaltecerá el poder de su Ungido.

11. Y Elcana volvió a su casa en Ramá, y el niño servía a Jehová delante del sacerdote Elí.

12. Mas los hijos de Elí eran hombres malos, que no conocían a Jehová.

13. Y la costumbre de los sacerdotes con el pueblo era que, cuando alguno ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote mientras la carne se cocía, trayendo en su mano un garfio de tres dientes,

14. y lo metía en el perol, o en la olla, o en el caldero o en el pote; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo.