8. Cuando Jacob hubo entrado en Egipto y entonces vuestros padres clamaron a Jehová, Jehová envió a Moisés y a Aarón, quienes sacaron a vuestros padres de Egipto y los hicieron habitar en este lugar.
9. Pero olvidaron a Jehová su Dios, y él los vendió en manos de Sísara, capitán del ejército de Hazor, y en manos de los filisteos y en manos del rey de Moab, que les hicieron la guerra.
10. Y ellos clamaron a Jehová y dijeron: Hemos pecado, porque hemos abandonado a Jehová y hemos servido a los baales y a Astarot; líbranos, pues, ahora de manos de nuestros enemigos, y te serviremos.
11. Entonces Jehová envió a Jerobaal, y a Bedán, y a Jefté y a Samuel, y os libró de manos de vuestros enemigos de alrededor, y habitasteis seguros.
12. Y habiendo visto que Nahas, rey de los hijos de Amón, venía contra vosotros, me dijisteis: No, sino que ha de reinar un rey sobre nosotros, cuando vuestro rey era Jehová vuestro Dios.
13. Ahora, pues, he aquí el rey que habéis elegido, el cual pedisteis; ya veis que Jehová ha puesto rey sobre vosotros.
14. Si teméis a Jehová, y le servís, y escucháis su voz y no sois rebeldes a la palabra de Jehová, entonces, tanto vosotros como el rey que reina sobre vosotros, continuaréis yendo en pos de Jehová vuestro Dios.
15. Mas si no escucháis la voz de Jehová y si sois rebeldes a las palabras de Jehová, la mano de Jehová estará contra vosotros como estuvo contra vuestros padres.