Reina-Valera 1909

1 Samuel 1:1-18 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Hubo un hombre de Ramataim de Zofim, de los montes de Efraín, que se llamaba Elcana hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, efrateo.

2. Y tenía él dos esposas; el nombre de una era Ana, y el nombre de la otra, Penina. Y Penina tenía hijos, mas Ana no los tenía.

3. Y subía aquel hombre todos los años de su ciudad para adorar y ofrecer sacrificios a Jehová de los ejércitos en Silo, donde estaban dos hijos de Elí, Ofni y Finees, sacerdotes de Jehová.

4. Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificios, daba a Penina, su esposa, y a todos sus hijos y a todas sus hijas, a cada uno su parte.

5. Mas a Ana le daba una parte escogida, porque amaba a Ana, aunque Jehová había cerrado su matriz.

6. Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová había cerrado su matriz.

7. Y así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así, por lo cual ella lloraba y no comía.

8. Y Elcana, su marido, le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿Y por qué no comes? ¿Y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?

9. Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová,

10. ella, con amargura de alma, oró a Jehová y lloró desconsoladamente.

11. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignas mirar la aflicción de tu sierva, y te acuerdas de mí y no te olvidas de tu sierva, y das a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.

12. Y aconteció que mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí observaba la boca de ella.

13. Mas Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.

14. Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Deja ya el vino.

15. Y Ana le respondió, diciendo: No, señor mío; soy una mujer atribulada de espíritu. No he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.

16. No tengas a tu sierva por una mujer impía, porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.

17. Y Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.

18. Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió y no estuvo más triste.