Reina-Valera 1909

1 Reyes 8:26-45 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

26. Ahora, pues, oh Dios de Israel, te ruego que se cumpla tu palabra que dijiste a tu siervo David, mi padre.

27. Pero, ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, y los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?

28. Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo y a su plegaria, oh Jehová, Dios mío, escuchando el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti:

29. que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que escuches la oración que tu siervo haga hacia este lugar.

30. Escucha, pues, la oración de tu siervo y de tu pueblo Israel; cuando oren hacia este lugar, escucha tú en el lugar de tu habitación en los cielos; escucha y perdona.

31. Si alguno peca contra su prójimo, y le toman juramento haciéndole jurar, y llega el juramento ante tu altar en esta casa,

32. escucha desde el cielo, y actúa, y juzga a tus siervos, condenando al malvado, haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo para darle conforme a su justicia.

33. Cuando tu pueblo Israel caiga delante de sus enemigos, por haber pecado contra ti, y se vuelva a ti y confiese tu nombre, y ore, y te ruegue y te suplique en esta casa,

34. entonces escucha tú en los cielos, y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra que diste a sus padres.

35. Cuando el cielo se cierre y no llueva, por haber ellos pecado contra ti, y oren hacia este lugar, y confiesen tu nombre, y se vuelvan de su pecado, cuando tú los aflijas,

36. escucha tú en los cielos, y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, para que les enseñes el buen camino por el que deben andar; y envía lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.

37. Si en la tierra hay hambre, o pestilencia, o tizoncillo, o añublo, o langosta o saltamontes; y si sus enemigos los sitian en la tierra de sus ciudades, cualquier plaga o enfermedad que haya,

38. toda oración y toda súplica que haga cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sienta el remordimiento de su corazón, y extienda sus manos hacia esta casa,

39. escucha tú en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdona, y actúa, y da a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres);

40. para que te teman todos los días que vivan sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres.

41. Asimismo el extranjero, que no sea de tu pueblo Israel, que haya venido de lejanas tierras a causa de tu nombre

42. (porque oirán de tu gran nombre, y de tu mano poderosa, y de tu brazo extendido), y llegue a orar a esta casa,

43. escucha tú en los cielos, en el lugar de tu morada, y haz conforme a todo aquello por lo cual el extranjero haya clamado a ti, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo he edificado.

44. Si tu pueblo sale a la batalla contra sus enemigos por el camino que tú los envíes, y oran a Jehová hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que yo he edificado a tu nombre,

45. escucha tú en los cielos su oración y su súplica, y hazles justicia.