Reina-Valera 1909

1 Reyes 8:16-36 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

16. Desde el día en que saqué a mi pueblo Israel de Egipto, no he escogido ciudad de todas las tribus de Israel para edificar una casa en la cual estuviese mi nombre, aunque escogí a David para que gobernase sobre mi pueblo Israel.

17. Y mi padre David tuvo en el corazón edificar una casa al nombre de Jehová, Dios de Israel.

18. Pero Jehová dijo a David, mi padre: Por cuanto tuviste en tu corazón edificar una casa a mi nombre, bien has hecho en tener tal deseo en tu corazón;

19. pero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará la casa a mi nombre.

20. Y Jehová ha cumplido su palabra que había dicho; porque yo me he levantado en lugar de David, mi padre, y me he sentado en el trono de Israel, como Jehová había dicho, y he edificado la casa al nombre de Jehová, Dios de Israel.

21. Y he dispuesto un lugar allí para el arca, en la cual está el convenio de Jehová que él hizo con nuestros padres cuando los sacó de la tierra de Egipto.

22. Entonces se puso Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo,

23. dijo: Oh Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el convenio y la misericordia a tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón;

24. que has cumplido a tu siervo David, mi padre, lo que le dijiste; lo dijiste con tu boca y con tu mano lo has cumplido, como sucede en este día.

25. Ahora, pues, oh Jehová, Dios de Israel, cumple a tu siervo David, mi padre, lo que le prometiste, diciendo: No te faltará varón delante de mí que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino y anden delante de mí como tú has andado delante de mí.

26. Ahora, pues, oh Dios de Israel, te ruego que se cumpla tu palabra que dijiste a tu siervo David, mi padre.

27. Pero, ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, y los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?

28. Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo y a su plegaria, oh Jehová, Dios mío, escuchando el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti:

29. que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que escuches la oración que tu siervo haga hacia este lugar.

30. Escucha, pues, la oración de tu siervo y de tu pueblo Israel; cuando oren hacia este lugar, escucha tú en el lugar de tu habitación en los cielos; escucha y perdona.

31. Si alguno peca contra su prójimo, y le toman juramento haciéndole jurar, y llega el juramento ante tu altar en esta casa,

32. escucha desde el cielo, y actúa, y juzga a tus siervos, condenando al malvado, haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo para darle conforme a su justicia.

33. Cuando tu pueblo Israel caiga delante de sus enemigos, por haber pecado contra ti, y se vuelva a ti y confiese tu nombre, y ore, y te ruegue y te suplique en esta casa,

34. entonces escucha tú en los cielos, y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra que diste a sus padres.

35. Cuando el cielo se cierre y no llueva, por haber ellos pecado contra ti, y oren hacia este lugar, y confiesen tu nombre, y se vuelvan de su pecado, cuando tú los aflijas,

36. escucha tú en los cielos, y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, para que les enseñes el buen camino por el que deben andar; y envía lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.