Reina-Valera 1909

1 Reyes 6:23-38 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

23. E hizo también en el lugar santísimo dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de altura.

24. Un ala del querubín tenía cinco codos y la otra ala del querubín, otros cinco codos; así que había diez codos desde la punta de un ala hasta la punta de la otra.

25. Asimismo el otro querubín tenía diez codos, porque ambos querubines eran de un mismo tamaño y de una misma hechura.

26. La altura de uno era de diez codos, y asimismo la del otro.

27. Y puso los querubines en medio del lugar santísimo, los cuales tenían extendidas sus alas, de modo que el ala de uno tocaba una pared, y el ala del otro querubín tocaba la otra pared, y las otras dos alas se tocaban la una a la otra en medio de la casa.

28. Y recubrió de oro los querubines.

29. Y talló todas las paredes de la casa alrededor con grabados de figuras de querubines, de palmeras y de botones de flores, por dentro y por fuera.

30. Y recubrió de oro el piso de la casa, por dentro y por fuera.

31. Y a la entrada del lugar santísimo hizo puertas de madera de olivo; y el dintel y los postes tenían cinco esquinas.

32. Las dos puertas eran de madera de olivo; y talló en ellas figuras de querubines, y de palmeras y de botones de flores, y las recubrió de oro; y recubrió también de oro los querubines y las palmeras.

33. Igualmente hizo para la puerta del templo postes cuadrados de madera de olivo.

34. Y las dos puertas eran de madera de ciprés; y las dos hojas de una puerta eran plegadizas, y las dos hojas de la otra puerta también eran plegadizas.

35. Y talló en ellas querubines, y palmeras y botones de flores, y recubrió de oro laminado los grabados.

36. Y edificó el atrio interior con tres hileras de piedras labradas, y con una hilera de vigas de cedro.

37. En el cuarto año, en el mes de Zif, puso los cimientos de la casa de Jehová.

38. Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el mes octavo, fue terminada la casa con todos los detalles y con todo lo especificado. La edificó, pues, en siete años.