Reina-Valera 1909

1 Reyes 6:12-28 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

12. Con respecto a esta casa que tú edificas, si andas en mis estatutos, y cumples mis decretos y guardas todos mis mandamientos andando en ellos, yo cumpliré contigo mi palabra que hablé a David, tu padre;

13. y habitaré en medio de los hijos de Israel y no abandonaré a mi pueblo Israel.

14. Así, pues, Salomón construyó la casa y la terminó.

15. Y recubrió las paredes de la casa con tablas de cedro, revistiéndola de madera por dentro, desde el suelo de la casa hasta las paredes del techo; recubrió también el suelo con madera de ciprés.

16. Asimismo edificó los veinte codos del fondo de la casa con tablas de cedro, desde el suelo hasta el techo; así hizo en la casa un santuario interior, que es el lugar santísimo.

17. Y la casa, esto es, la parte delantera interior, tenía cuarenta codos.

18. Y la casa estaba recubierta de cedro por dentro, y tenía entalladuras de calabazas silvestres y de botones de flores. Todo era cedro; ninguna piedra se veía.

19. Y preparó por dentro el lugar santísimo, que estaba en el interior de la casa, para poner allí el arca del convenio de Jehová.

20. Y el lugar santísimo tenía veinte codos de largo, y veinte de ancho y veinte de altura; y lo revistió de oro purísimo; asimismo recubrió el altar de cedro.

21. De manera que Salomón recubrió de oro puro la casa por dentro, y cerró la entrada del lugar santísimo con cadenas de oro, y lo recubrió de oro.

22. Recubrió, pues, de oro toda la casa hasta terminarla; y asimismo recubrió de oro todo el altar que estaba delante del lugar santísimo.

23. E hizo también en el lugar santísimo dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de altura.

24. Un ala del querubín tenía cinco codos y la otra ala del querubín, otros cinco codos; así que había diez codos desde la punta de un ala hasta la punta de la otra.

25. Asimismo el otro querubín tenía diez codos, porque ambos querubines eran de un mismo tamaño y de una misma hechura.

26. La altura de uno era de diez codos, y asimismo la del otro.

27. Y puso los querubines en medio del lugar santísimo, los cuales tenían extendidas sus alas, de modo que el ala de uno tocaba una pared, y el ala del otro querubín tocaba la otra pared, y las otras dos alas se tocaban la una a la otra en medio de la casa.

28. Y recubrió de oro los querubines.