Reina-Valera 1909

1 Reyes 18:26-39 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

26. Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Pero no había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando alrededor del altar que habían hecho.

27. Y aconteció al mediodía que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque es un dios; quizá está meditando, o está ocupado, o se ha ido de viaje; o acaso duerme y hay que despertarlo.

28. Y ellos clamaban a grandes voces, y se cortaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta que les chorreaba la sangre.

29. Y aconteció que pasó el mediodía, y ellos profetizaban frenéticamente hasta la hora de la ofrenda de la tarde, y no hubo voz, ni quien respondiese ni escuchase.

30. Elías dijo entonces a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se acercó a él, y él reparó el altar de Jehová que estaba arruinado.

31. Y Elías tomó doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, a quien había venido la palabra de Jehová, diciendo: Israel será tu nombre.

32. Edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová; después hizo una zanja alrededor del altar en que cupieran dos medidas de grano.

33. Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos y lo puso sobre la leña.

34. Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez.

35. De manera que el agua corría alrededor del altar; y también se había llenado de agua la zanja.

36. Y sucedió que cuando llegó la hora de ofrecer el sacrificio, se acercó el profeta Elías y dijo: Oh Jehová, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.

37. Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que este pueblo conozca que tú, oh Jehová, eres Dios, y que tú has hecho volver a ti el corazón de ellos.

38. Entonces cayó fuego de Jehová, el cual consumió el sacrificio, y la leña, y las piedras, y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.

39. Y viéndolo todo el pueblo, cayeron sobre sus rostros y dijeron: ¡Jehová es Dios! ¡Jehová es Dios!