Reina-Valera 1909

1 Reyes 1:37-53 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

37. De la manera que Jehová ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón y haga mayor su trono que el trono de mi señor, el rey David.

38. Y descendieron el sacerdote Sadoc, y el profeta Natán, y Benaía hijo de Joiada, y los cereteos y los peleteos, e hicieron montar a Salomón en la mula del rey David y lo llevaron a Gihón.

39. Y tomó el sacerdote Sadoc el cuerno del aceite del tabernáculo y ungió a Salomón; y tocaron trompeta, y dijo todo el pueblo: ¡Viva el rey Salomón!

40. Después subió todo el pueblo en pos de él; y cantaba la gente con flautas y hacía grandes alegrías, que parecía que la tierra se estremecía con el clamor de ellos.

41. Y lo oyó Adonías, y todos los convidados que con él estaban, cuando ya habían acabado de comer. Y al oír Joab el sonido de la trompeta, dijo: ¿Por qué se alborota la ciudad con tanto estruendo?

42. Mientras él aún hablaba, he aquí que llegó Jonatán, hijo del sacerdote Abiatar, a quien dijo Adonías: Entra, porque tú eres hombre valiente y traerás buenas nuevas.

43. Y Jonatán respondió y dijo a Adonías: Ciertamente nuestro señor, el rey David, ha hecho rey a Salomón;

44. y el rey ha enviado con él al sacerdote Sadoc y al profeta Natán, y a Benaía hijo de Joiada, y también a los cereteos y a los peleteos, los cuales le hicieron montar en la mula del rey;

45. y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo han ungido rey en Gihón, y de allí han subido con alegrías, y la ciudad está llena de estruendo. Éste es el alboroto que habéis oído.

46. Y también Salomón se ha sentado en el trono del reino.

47. Y aun los siervos del rey han venido a bendecir a nuestro señor, el rey David, diciendo: Dios haga bueno el nombre de Salomón más que tu nombre, y haga mayor su trono que el tuyo. Y el rey adoró en la cama.

48. Y también el rey habló así: Bendito sea Jehová, Dios de Israel, que ha dado hoy quien se siente en mi trono, y lo vean mis ojos.

49. Entonces todos los convidados que estaban con Adonías se estremecieron, y se levantaron, y se fue cada uno por su camino.

50. Pero Adonías tuvo miedo de Salomón, y se levantó, y fue y se asió de los cuernos del altar.

51. Y le avisaron a Salomón, diciendo: He aquí que Adonías tiene miedo del rey Salomón, pues se ha asido de los cuernos del altar, diciendo: Júreme hoy el rey Salomón que no matará a espada a su siervo.

52. Y Salomón dijo: Si él es digno, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; pero si se halla mal en él, morirá.

53. Y mandó el rey Salomón que lo trajeran del altar; y él vino y se inclinó ante el rey Salomón. Y Salomón le dijo: Vete a tu casa.