Reina-Valera 1909

1 Corintios 7:4-17 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

4. La esposa no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco el marido tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino la esposa.

5. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos en el ayuno y la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra falta de dominio propio.

6. Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento.

7. Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios; uno a la verdad de una manera, y otro de otra.

8. Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo.

9. Pero si carecen de dominio propio, cásense; que mejor es casarse que quemarse.

10. Y a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la esposa no se separe del marido;

11. y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su esposa.

12. Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene esposa que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.

13. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.

14. Porque el marido no creyente es santificado por la esposa, y la esposa no creyente, por el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían impuros; mientras que ahora son santos.

15. Pero si el no creyente se separa, sepárese, pues el hermano o la hermana no están sujetos a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.

16. Porque, ¿cómo sabes, oh mujer, si quizá salvarás a tu marido? O, ¿cómo sabes, oh marido, si quizá salvarás a tu esposa?

17. Pero a cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga. Y así lo prescribo en todas las iglesias.