10. Acto seguido se embarcó con sus discípulos hacia la región de Dalmanuta.
11. Allí llegaron los fariseos y empezaron a discutir con él.Para ponerlo a prueba le dijeron:—Haz alguna señal en el cielo.
12. Y él, suspirando profundamente, respondió:—¿Por qué pide esta gente una señal? Les aseguro que no se le dará ninguna.
13. Entonces los dejó y se embarcó de nuevo. Esta vez se fue al otro lado del lago.
14. A los discípulos se les olvidó comprar alimentos antes de salir, y sólo tenían un pan en la barca.
15. Jesús les advirtió:—¡Cuidado con la levadura del rey Herodes y la de los fariseos!
16. Los discípulos se preguntaban intrigados: ¿Se referirá a que se nos olvidó el pan?
17. Jesús, que sabía lo que estaban comentando, les dijo:—¿Por qué están hablando de que no tienen pan? ¿Todavía no ven ni entienden? ¿Tienen el corazón tan endurecido?
18. ¿Acaso tienen ojos y no ven, y oídos y no escuchan? ¿Ya no se acuerdan de
19. que alimenté a cinco mil hombres con cinco panes? ¿Cuántas cestas llenas sobraron?—Doce— contestaron.
20. —Y cuando alimenté a los cuatro mil con siete panes, ¿qué sobró?—Siete cestas llenas —le respondieron.
21. —¿Y todavía no entienden? —les dijo.
22. Llegaron luego a Betsaida; le llevaron a un ciego y le rogaron que lo tocara.
23. Jesús tomó al ciego de la mano y lo sacó del pueblo. Una vez fuera, le mojó los ojos con saliva y le puso las manos encima.—¿Ves algo ahora? —le preguntó.
24. El hombre miró a su alrededor.—¡Sí! —dijo—. Veo gente y parecen como árboles que caminan.
25. Jesús le colocó de nuevo las manos sobre los ojos, y el hombre miró fijamente y pudo ver todo con claridad.
26. Jesús le ordenó que regresara con su familia.—No entres en el pueblo, —le dijo.
27. Jesús y sus discípulos siguieron hacia los pueblos de Cesarea de Filipo. En el camino les preguntó:—¿Quién cree la gente que soy?