1. Cuando llegaron al otro lado del lago, a la tierra de Gerasa,
2. en cuanto Jesús puso pie en tierra, un endemoniado salió del cementerio y se le acercó.
3-4. Vivía entre los sepulcros y tenía tanta fuerza que, cada vez que lo encadenaban de pies y manos, rompía las cadenas y se iba. Nadie tenía fuerza suficiente para dominarlo.
5. Día y noche vagaba solitario por los sepulcros y los montes gritando e hiriéndose con piedras afiladas.
6. Cuando vio a lo lejos que Jesús se acercaba, corrió a su encuentro, cayó de rodillas ante él
7. y gritó con fuerza:—¡Qué tienes contra mí, Jesús, Hijo del Dios altísimo? ¡Te suplico por Dios que no me atormentes!