Nueva Biblia al Día

Marcos 14:54-71 Nueva Biblia al Día (NBD)

54. Pedro lo siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote. Allí estaba sentado con los guardias, calentándose junto al fuego.

55. Los jefes de los sacerdotes y todo el Consejo trataban de encontrar alguna prueba contra Jesús para condenarlo a muerte, pero no la encontraban.

56. Aunque muchos declaraban falsamente contra él, sus declaraciones eran contradictorias.

57. Entonces algunos decidieron acusarlo también con falsedades y dijeron:

58. —Nosotros le oímos decir: “Yo destruiré este templo que los hombres han hecho, y en tres días construiré otro, no hecho por hombres”.

59. Pero ni aun así coincidían las declaraciones que daban.

60. Entonces el sumo sacerdote se puso de pie en medio de todos y le preguntó a Jesús:—¿No tienes nada que contestar? ¿Qué son estas declaraciones contra ti?

61. Pero Jesús se quedó callado y no le respondió nada, por lo que el sumo sacerdote volvió a preguntarle:—¿Eres el Cristo, el Hijo del Bendito?

62. Jesús le dijo:—Sí, yo soy. Y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso y bajando en las nubes del cielo.

63. Cuando lo oyó, el sumo sacerdote se rasgó la ropa y dijo:—¿Para qué necesitamos más testigos?

64. Ya oyeron ustedes la blasfemia. ¿Qué les parece?Todos estuvieron de acuerdo y lo condenaron a muerte.

65. Entonces algunos comenzaron a escupirlo, le vendaron los ojos, lo golpearon y le gritaban:—¡Profetiza!Y los guardias también le pegaron en la cara.

66. Pedro estaba abajo, en el patio. Una de las criadas del sumo sacerdote que pasó por allí,

67. vio a Pedro calentándose, lo miró detenidamente y le dijo:—Tú también estabas con ese nazareno, el que se llama Jesús.

68. Pero él lo negó diciendo:—No lo conozco. Ni siquiera sé de que estás hablando. Salió y se puso fuera, a la entrada. Y el gallo cantó.

69. La criada, al ver otra vez a Pedro, les dijo a los que estaban allí:—Éste es uno de ellos.

70. Él lo negó otra vez.Poco después, esos mismos le dijeron a Pedro:—Por supuesto que tú eres uno de ellos, pues también eres galileo.

71. Pedro comenzó a echar maldiciones y jurar:—¡No conozco a ese hombre del que me hablan!