7. —Ve y lávate en el estanque de Siloé (que significa: Enviado).El ciego fue y se lavó, y al regresar ya veía.
8. Sus vecinos y los que antes lo habían visto pedir limosna decían: «¿No es éste el que se sienta a pedir limosna?»
9. Unos decían: «Sí, es él». Otros decían: «No, no es él, sólo se parece a él». Pero él decía: «Sí, yo soy».
10. Le preguntaron:—¿Cómo se te abrieron los ojos?
11. Él contestó:—Un hombre que se llama Jesús hizo un poco de lodo, me lo untó en los ojos y me dijo: «Ve y lávate en Siloé». Yo fui, me lavé, y ahora puedo ver.
12. Le preguntaron:—¿Y dónde está ese hombre?Él respondió:—No lo sé.
13. Al que había sido ciego lo llevaron ante los fariseos.
14. Era sábado cuando Jesús hizo el lodo y le abrió los ojos al ciego.
15. Por eso los fariseos le preguntaron cómo era que podía ver. Él les respondió: «Me untó lodo en los ojos, me lavé, y ahora puedo ver».
16. Algunos fariseos decían: «Ese hombre no viene de parte Dios, porque no respeta el sábado».Pero otros decían: «¿Cómo puede un pecador hacer señales milagrosas como ésta?»Y no llegaban a ningún acuerdo entre ellos.
17. Por eso volvieron a preguntarle al que había sido ciego:—Él fue quien te dio la vista; ¿qué opinas de él?Él contestó:—Yo digo que es un profeta.
18. Pero los judíos no creían que ese hombre hubiera sido ciego y que ahora pudiera ver. Así que llamaron a sus padres
19. y les preguntaron:—¿Es éste su hijo? ¿Es verdad que nació ciego? ¿Cómo es que ahora puede ver?
20. Los padres contestaron:—Sabemos que es nuestro hijo y que nació ciego.
21. Pero no sabemos cómo ahora puede ver ni quién le dio la vista. Pregúntenselo a él, pues ya es mayor de edad y puede responder por sí mismo.
22-23. Sus padres contestaron así porque tenían miedo de los judíos, pues éstos se habían puesto de acuerdo para expulsar de la sinagoga a todo el que reconociera que Jesús era el Cristo.
24. Los judíos llamaron una vez más al que había sido ciego, y le dijeron:—Júralo por Dios. Nosotros sabemos que este hombre es pecador.