Nueva Biblia al Día

Juan 8:38-56 Nueva Biblia al Día (NBD)

38. Yo hablo de lo que he visto al estar con mi Padre. Así también ustedes, hagan lo que del Padre han escuchado.

39. Ellos respondieron:—¡Nuestro padre es Abraham!Él les dijo:—Si ustedes fueran en verdad sus hijos, harían lo que él hizo.

40. Yo les he dicho la verdad que he recibido de Dios, y aun así ustedes quieren matarme. ¡Abraham nunca hizo tal cosa!

41. Lo que ustedes hacen es lo que hace su padre.Ellos le respondieron:—Nosotros no somos hijos que nacieron de prostitución. Nuestro Padre es sólo uno, y es Dios mismo.

42. Jesús les contestó:—Si en verdad Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque vine de Dios y aquí estoy. No vine por mi propia cuenta, sino porque Dios me envió.

43. ¿Por qué no entienden lo que les hablo? Porque no pueden aceptar mi mensaje.

44. Ustedes son de su padre el diablo y quieren cumplir los deseos de él. Desde el principio el diablo ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad porque no hay verdad en él. Él es mentiroso por naturaleza, y por eso miente. ¡Él es el padre de la mentira!

45. Pero a mí, que les digo la verdad, no me creen.

46. ¿Quién de ustedes me puede probar que he pecado? Si digo la verdad, ¿por qué no me creen?

47. El que es de Dios escucha lo que Dios dice. Pero ustedes no escuchan, porque no son de Dios.

48. Los judíos respondieron:—Tenemos razón al decir que eres samaritano, y que estás endemoniado.

49. Jesús les respondió:—No tengo ningún demonio. Lo único que hago es honrar a mi Padre. Ustedes en cambio, me deshonran a mí.

50. Yo no busco que me den la gloria a mí; pero hay uno que sí la busca, y él es el que juzga.

51. La verdad es que el que obedece mi palabra, nunca morirá.

52. Los judíos dijeron:—Ahora estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió y también los profetas, pero tú dices que si alguno obedece tu palabra, nunca morirá.

53. ¿Acaso eres más importante que nuestro padre Abraham? Él murió, y también los profetas murieron. ¿Quién te has creído que eres?

54. Jesús les respondió:—Si yo me doy gloria a mí mismo, mi gloria no sirve de nada. Pero el que me da la gloria es mi Padre, el que ustedes dicen que es su Dios.

55. Pero en realidad, ustedes no lo conocen. Yo, en cambio, sí lo conozco. Si yo les dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero lo conozco y obedezco su palabra.

56. Abraham, el padre de ustedes, se llenó de alegría al pensar que vería mi día; lo vio y se alegró.