Nueva Biblia al Día

Juan 19:20-38 Nueva Biblia al Día (NBD)

20. Muchos de los judíos lo leyeron, porque el lugar donde crucificaron a Jesús estaba cerca de la ciudad. El letrero estaba escrito en arameo, latín y griego.

21. Los jefes de los sacerdotes judíos le dijeron a Pilato:—No escribas “Rey de los judíos”, sino “Él dice que es rey de los judíos”.

22. Pilato les respondió:—Lo que he escrito, escrito se queda.

23. Después de que los soldados crucificaron a Jesús, tomaron su manto y lo partieron en cuatro pedazos, uno para cada uno de ellos. Tomaron también su túnica, que era de una sola pieza, sin costura, tejida de arriba abajo.

24. Los soldados se dijeron unos a otros:—No la dividamos. Mejor echemos suertes para ver a quién le toca.Y así lo hicieron, y de esta forma se cumplió la Escritura que dice:y sobre mi túnica echaron suertes».

25. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la esposa de Cleofas, y María Magdalena.

26. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre:—Mujer, ahí tienes a tu hijo.

27. Luego, le dijo al discípulo:—Ahí tienes a tu madre.Desde ese momento, ese discípulo la recibió en su casa.

28. Después de esto, como Jesús sabía que ya todo había terminado, y para que se cumpliera la Escritura, dijo:—Tengo sed.

29. Había allí un jarro lleno de vinagre; así que empaparon una esponja en el vinagre, la pusieron en una caña y se la acercaron a la boca.

30. Al probar Jesús el vinagre, dijo:—Todo está cumplido.Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.

31. Era un día antes de la Pascua. Los judíos no querían que los cuerpos siguieran colgados en la cruz en sábado, porque éste era un día muy solemne. Por eso le pidieron a Pilato ordenar que les quebraran las piernas a los crucificados y bajaran sus cuerpos.

32. Los soldados fueron y le quebraron las piernas al primer hombre que habían crucificado con Jesús, y luego al otro.

33. Y cuando se acercaron a Jesús, se dieron cuenta que ya estaba muerto, por eso no le quebraron las piernas.

34. Pero uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza, y en ese momento le salió sangre y agua.

35. El que dice esto es el que lo vio, y lo que dice es verdad. Él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean.

36. Estas cosas sucedieron para que se cumpliera la Escritura: «No le quebraron ningún hueso»

37. y, como dice en otra parte de la Escritura: «Mirarán al que traspasaron».

38. Después de esto, José de Arimatea le pidió a Pilato el cuerpo de Jesús. José era discípulo de Jesús, aunque en secreto porque le tenía miedo a los judíos. Pilato le dio permiso y él se llevó el cuerpo.