Nueva Biblia al Día

2 Samuel 3:21-32 Nueva Biblia al Día (NBD)

21. Cuando Abner emprendió el regreso, prometió a David: «Cuando yo regrese, convocaré a todo el pueblo de Israel, para que lo elijan como su rey, tal como usted lo ha deseado por tanto tiempo». Después de despedirse de David, Abner regresó a su casa en paz.

22. No hacía mucho que Abner había salido, cuando Joab y algunos de los soldados de David regresaron de una incursión trayendo consigo un gran botín.

23. Cuando le informaron a Joab que Abner hijo de Ner había estado hablando con el rey, y que éste lo había despedido en paz,

24-25. se presentó rápidamente ante el rey y le dijo: «¿Qué ha hecho? ¿Por qué ha permitido que Abner regrese en paz a su casa? Usted bien sabe que todo lo que él le ha dicho es mentira. Todo lo que quiere es enterarse de sus planes y movimientos».

26. Luego Joab envió mensajeros para que dieran alcance a Abner y le pidieran que regresara. Lo encontraron junto al pozo de Sira, y él regresó con ellos. Pero David nada sabía de esto.

27. Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó a la entrada de la ciudad, como si quisiera conversar con él secretamente. Una vez allí, Joab sacó su cuchillo y se lo clavó en el vientre. De esta manera Joab vengó la muerte de su hermano Asael.

28. Cuando David oyó lo ocurrido, declaró: «Juro delante del SEÑOR que yo y mi pueblo somos inocentes del crimen cometido contra Abner.

29. Joab y su familia son los culpables. ¡Que no falte nunca entre ellos quien padezca de flujo, o de lepra, o de cojera, o que muera violentamente o padezca hambre!»

30. Joab, pues, y su hermano Abisay mataron a Abner para vengar la muerte de su hermano Asael, a quien Abner mató en la batalla de Gabaón.

31. Luego, el rey David ordenó a Joab y a todos los que estaban con él que se rasgaran las vestiduras, se vistieran con ropa áspera y lloraran por la muerte de Abner. Y el rey David fue detrás del féretro al cementerio.

32. Sepultaron a Abner en Hebrón, y el rey y todo el pueblo lloraron junto a la tumba. Y David entonó el siguiente lamento: