Nueva Biblia al Día

2 Samuel 18:9-23 Nueva Biblia al Día (NBD)

9. Durante la batalla, Absalón se encontró de repente con algunos hombres de David, y mientras huía en su mula, pasó debajo de las ramas de una gran encina, y el pelo se le enredó en las ramas. La mula siguió su camino, pero él quedó suspendido de las ramas.

10. Uno de los hombres de David lo vio y se lo dijo a Joab.

11. —¿Qué? ¿Lo has visto y no le has dado muerte? —dijo Joab—. Yo te habría recompensado con diez monedas de plata y un cinturón.

12. —Aun cuando me hubiera dado mil monedas de plata, no lo habría hecho, porque todos oímos que el rey les dijo a usted, a Abisay y a Itay: «Por amor a mí, no le hagan daño al joven Absalón».

13. Y si yo hubiera traicionado al rey dando muerte a su hijo (y el rey ciertamente hubiera descubierto quién lo hizo), usted mismo habría sido el primero en acusarme.

14. —¡Basta de decir necedades! —dijo Joab.Enseguida tomó tres dardos y los clavó en el corazón de Absalón, que aún colgaba vivo de la encina.

15. Luego, diez de los jóvenes escuderos de Joab rodearon a Absalón y terminaron de matarlo.

16. Joab hizo sonar la trompeta, y sus hombres dejaron de perseguir a Israel.

17. Arrojaron el cuerpo de Absalón en un gran hoyo que había en el bosque y pusieron un gran montón de piedras sobre él. Todo Israel huyó.

18. (Absalón había edificado un monumento para sí en el valle del rey, porque se dijo: «No tengo hijos que lleven mi nombre». Lo llamó Columna de Absalón, y con ese nombre se le conoce todavía.)

19. Entonces Ajimaz hijo de Sadoc le dijo a Joab:—Correré a llevarle la buena noticia al rey David, de que el SEÑOR lo ha salvado de su enemigo Absalón.

20. —No —le dijo Joab—, la muerte de su hijo no es una buena noticia para el rey. Puedes servirme de mensajero en otra oportunidad.

21. Entonces Joab le dijo a un soldado de Cus:—Anda y dile al rey lo que has visto.El hombre se inclinó y se echó a correr.

22. Pero Ajimaz le rogó a Joab:—Déjame acompañar a ese soldado.—No, no es necesario que vayas, hijo mío —replicó Joab—. ¡No habrá recompensa por esa noticia!

23. —No importa; de todos modos, quiero ir —insistió Ajimaz.Y Joab finalmente dijo:—Bien, anda también.Entonces Ajimaz tomó por un atajo a través de la llanura y llegó allí antes que el soldado de Cus.