8. Si con alguno tienen ustedes deudas, que sean de amor, pues quien ama al prójimo ha cumplido la ley.
9. Porque el no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás y cualquier otro posible mandamiento se resume en estas palabras: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
10. El que ama no hace daño al prójimo; o sea, que el amor constituye la plenitud de la ley.
11. Conocen ustedes, además, el momento especial en que vivimos: que ya es hora de despertar del sueño, pues nuestra salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando empezamos a creer.