La Palabra Versión Hispanoamericana

Romanos 2:1-13 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

1. Por eso, tú, quienquiera que seas, no tienes excusa cuando te eriges en juez de los demás. Al juzgar a otro, tú mismo te condenas, pues te eriges en juez no siendo mejor que los demás.

2. Es sabido que el juicio de Dios cae con rigor sobre quienes así se comportan.

3. Y tú que condenas a quienes actúan así, pero te portas igual que ellos, ¿te imaginas que vas a librarte del castigo de Dios?

4. ¿Te es, acaso, indiferente la inagotable bondad, paciencia y generosidad de Dios, y no te das cuenta de que es precisamente esa bondad la que está impulsándote a cambiar de conducta?

5. Eres de corazón terco y obstinado, con lo que estás amontonando castigos sobre ti para aquel día de castigo, cuando Dios se manifieste como justo juez

6. y pague a cada uno según su merecido:

7. a los que buscan la gloria, el honor y la inmortalidad mediante la práctica constante del bien, les dará vida eterna;

8. en cambio, a los contumaces en rechazar la verdad y adherirse a la injusticia les corresponde un implacable castigo.

9. Habrá angustia y sufrimiento para cuantos hacen el mal: para los judíos, desde luego; pero también para los no judíos.

10. Gloria, honor y paz, en cambio, para los que hacen el bien, tanto si son judíos como si no lo son.

11. Porque en Dios no caben favoritismos.

12. Quienes han pecado sin estar bajo la ley, perecerán sin necesidad de recurrir a la ley; y quienes hayan pecado estando bajo la ley, por ella serán juzgados.

13. Porque no basta escuchar la ley para que Dios nos restablezca en su amistad; es necesario cumplirla.