La Palabra Versión Hispanoamericana

Números 14:10-29 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

10. Pero la comunidad seguía amenazando con apedrearlos. Fue entonces cuando la gloria del Señor se manifestó en la Tienda del encuentro a todos los israelitas.

11. Y el Señor dijo a Moisés:—¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo seguirán sin creer en mí a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos?

12. ¡Déjame que los hiera con la peste y los destruya! ¡Déjame que haga de ti una nación más grande y más fuerte que ellos!

13. Pero Moisés respondió al Señor:—Si actúas así, se enterarán los egipcios —de donde sacaste a este pueblo con tu poder—

14. y se lo harán saber a los habitantes de esta tierra. Estos, Señor, tienen noticia de que tú habitas en medio de este pueblo, que te manifiestas a él cara a cara, que lo guías mediante una columna de nube durante el día, y una columna de fuego durante la noche.

15. Pues bien, si ahora aniquilas del todo a este pueblo, las naciones que conocen tu fama dirán:

16. «El Señor no ha podido introducir a este pueblo en la tierra que había jurado darles; por eso los ha aniquilado en el desierto».

17. Ahora, pues, Señor mío, te ruego que hagas honor a tu fortaleza, como tú mismo lo prometiste al decir:

18. «El Señor es tardo para la ira y abundante en misericordia; el Señor perdona la iniquidad y la rebelión, pero no las deja impunes, sino que castiga la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación».

19. Te ruego, pues, que perdones la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y según has venido haciendo desde que lo sacaste de Egipto hasta el presente.

20. Entonces el Señor dijo:—Los perdono conforme a tu petición.

21. Sin embargo, juro por mi vida y por mi gloria, que llena toda la tierra,

22. que ninguno de los que vieron mi gloria y los prodigios que hice en Egipto y en el desierto, ninguno de los que me han puesto a prueba tantas veces y se han negado a escuchar mi voz,

23. entrará en la tierra que prometí con juramento a sus antepasados; ninguno de los que me han irritado la verá.

24. Solo a mi siervo Caleb, por cuanto tuvo una actitud diferente y permaneció leal a mí, lo llevaré a la tierra que ya recorrió y que su descendencia poseerá.

25. Y como los amalecitas y los cananeos habitan en el valle, den media vuelta y mañana mismo partan para el desierto, camino del mar de las Cañas.

26. El Señor se dirigió a Moisés y a Aarón y les dijo:

27. —He oído las murmuraciones de los israelitas que se quejan de mí. ¿Por cuánto tiempo más murmurará contra mí esta depravada comunidad?

28. Diles, por tanto: «Esto es lo que dice el Señor: Juro por mi vida que los trataré conforme a sus murmuraciones.

29. En este desierto caerán sus cadáveres. De todos los que fueron censados de entre ustedes, mayores de veinte años y que han murmurado contra mí,