La Palabra Versión Hispanoamericana

Mateo 26:45-55 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

45. Cuando volvió, les dijo:—¿Aún siguen durmiendo y descansando? Fíjense que ha llegado la hora y el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores.

46. ¡Levántense, vámonos! Ya está aquí el que me va a entregar.

47. Todavía estaba hablando Jesús, cuando llegó Judas, uno de los Doce. Venía acompañado de un numeroso tropel de gente armada con espadas y garrotes, enviada por los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo.

48. Judas, el traidor, les había dado esta contraseña:—Aquel a quien yo bese, ese es; aprésenlo.

49. Así que apenas llegó, se acercó a Jesús y lo saludó diciendo:—¡Hola, Maestro!Y lo besó.

50. Jesús le dijo:—Amigo, lo que has venido a hacer, hazlo ya.Entonces se abalanzaron sobre Jesús y, echándole mano, lo apresaron.

51. De pronto, uno de los que estaban con Jesús sacó la espada y, de un golpe, le cortó una oreja al criado del sumo sacerdote.

52. Pero Jesús le dijo:—Guarda tu espada en su vaina, pues todos los que empuñan espada, a espada morirán.

53. ¿Acaso piensas que no puedo pedir ayuda a mi Padre, y que él me enviaría ahora mismo más de doce legiones de ángeles?

54. Pero en ese caso, ¿cómo se cumplirían las Escrituras según las cuales las cosas tienen que suceder así?

55. Entonces dijo Jesús a aquel tropel de gente:—¿Por qué han venido a arrestarme con espadas y garrotes, como si yo fuera un ladrón? Todos los días me sentaba en el Templo para enseñar, y no me han arrestado.