9. Las previsoras les contestaron: «No podemos, porque entonces tampoco nosotras tendríamos bastante. Mejor es que acudan a quienes lo venden y lo compren».
10. Pero mientras estaban comprándolo, llegó el novio, y las que lo tenían todo a punto entraron con él a la fiesta nupcial, y luego la puerta se cerró.
11. Más tarde llegaron las otras muchachas y se pusieron a llamar: «¡Señor, señor, ábrenos!».
12. Pero él les contestó: «Les aseguro que no sé quiénes son ustedes».
13. Esten, pues, muy atentos porque no saben ni el día ni la hora [de la venida del Hijo del hombre].
14. Igualmente [el reino de los cielos] es como un hombre que, al irse de viaje, reunió a sus criados y les confió la administración de sus negocios.