11. Más tarde llegaron las otras muchachas y se pusieron a llamar: «¡Señor, señor, ábrenos!».
12. Pero él les contestó: «Les aseguro que no sé quiénes son ustedes».
13. Esten, pues, muy atentos porque no saben ni el día ni la hora [de la venida del Hijo del hombre].
14. Igualmente [el reino de los cielos] es como un hombre que, al irse de viaje, reunió a sus criados y les confió la administración de sus negocios.
15. A cada cual, de acuerdo con su capacidad, le confió una cantidad de dinero: a uno le entregó cinco talentos; a otro, dos; y a otro, uno. Luego emprendió su viaje.
16. El que había recibido cinco talentos negoció con su capital y lo duplicó.
17. El que había recibido dos talentos hizo lo mismo, y también duplicó su capital.
18. En cambio, el que solamente había recibido un talento, tomó el dinero del amo, hizo un hoyo en el suelo y lo enterró.
19. Al cabo de mucho tiempo regresó el amo y se puso a hacer cuentas con sus criados.
20. Llegó el que había recibido los cinco talentos y, presentándole otros cinco, le dijo: «Señor, tú me entregaste cinco talentos; mira, he logrado duplicarlos».
21. El amo le contestó: «Está muy bien. Has sido un administrador honrado y fiel. Y como has sido fiel en lo poco, yo te pondré al frente de mucho más. Entra y participa en mi propia alegría».
22. Llegó después el que había recibido dos talentos, y dijo: «Señor, tú me entregaste dos talentos; mira, he logrado duplicarlos».
23. El amo le dijo: «Está muy bien. Has sido un administrador honrado y fiel. Y como has sido fiel en lo poco, yo te pondré al frente de mucho más. Entra y participa en mi propia alegría».
24. Por último, llegó el que solamente había recibido un talento, y dijo: «Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que pretendes cosechar donde no sembraste y recoger donde no esparciste.
25. Tuve miedo y escondí tu dinero bajo tierra. Aquí lo tienes».
26. El amo le contestó: «Administrador malo y holgazán: si sabías que yo cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido,
27. ¿por qué no llevaste mi dinero al banco? Así, a mi regreso, yo habría recibido el capital más los intereses.
28. ¡Quítenle, pues, la parte que le confié y entrégensela al que tiene diez partes!
29. Porque a todo el que tiene, aún se le dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo que tenga se le quitará.