9. Jesús siguió su camino y entró en una sinagoga.
10. Había allí un hombre que tenía una mano atrofiada, y los que estaban buscando un motivo para acusar a Jesús le preguntaron:—¿Está permitido curar en sábado?
11. Jesús les contestó:—¿Quién de ustedes, si tiene una sola oveja y se le cae a un pozo en sábado, no irá a sacarla?
12. Pues una persona vale mucho más que una oveja. ¡De modo que está permitido en sábado hacer el bien!
13. Entonces dijo al enfermo:—Extiende tu mano.Él la extendió y recuperó el movimiento, como la otra.
14. Los fariseos, por su parte, se reunieron, al salir, y se confabularon para matar a Jesús.
15. Jesús, al saberlo, se fue de allí. Mucha gente lo seguía, y él curaba a todos los que estaban enfermos,