La Palabra Versión Hispanoamericana

Mateo 12:15-27 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

15. Jesús, al saberlo, se fue de allí. Mucha gente lo seguía, y él curaba a todos los que estaban enfermos,

16. si bien les ordenaba que no divulgaran que había sido él.

17. Así se cumplió lo dicho por medio del profeta Isaías:

18. Este es mi siervo, a quien yo he elegido; lo amo y me complazco en él. Le daré mi espíritu y llevará mi enseñanza a todos los pueblos.

19. No disputará con nadie no andará dando gritos, ni se oirá su voz por las calles.

20. No romperá la caña quebrada ni apagará el pábilo humeante hasta que haga triunfar la justicia.

21. Y en él pondrán los pueblos su esperanza.

22. Llevaron entonces ante Jesús a un hombre ciego y mudo que estaba poseído por un demonio. Jesús lo sanó, de manera que el mudo comenzó a hablar y a ver.

23. Todos los que presenciaron esto decían asombrados:—¿Será este el Hijo de David?

24. Pero los fariseos, al oírlo, replicaron:—Si este expulsa a los demonios, es porque Belzebú, el propio jefe de los demonios, le da el poder para expulsarlos.

25. Pero Jesús, que sabía lo que estaban pensando, les dijo:—Si una nación se divide en bandos, se destruye a sí misma. Y si una ciudad o una familia se divide en bandos, no puede subsistir.

26. Si Satanás expulsa a Satanás y actúa, por tanto, contra sí mismo, ¿cómo podrá mantener su poder?

27. Y si Belzebú me da a mí el poder para expulsar demonios, ¿quién se lo da a los propios seguidores de ustedes? ¡Ellos mismos son la demostración del error de ustedes!