La Palabra Versión Hispanoamericana

Mateo 10:16-32 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

16. Miren, los envío como ovejas en medio de lobos. Por eso, sean astutos como serpientes, aunque también inocentes como palomas.

17. Tengan cuidado con la gente, porque los entregarán a las autoridades y los azotarán en sus sinagogas.

18. Por causa de mí los llevarán ante gobernadores y reyes para que den testimonio delante de ellos y de los paganos.

19. Pero cuando los entreguen a las autoridades, no se preocupen de cómo han de hablar o qué han de decir, pues en aquel momento Dios les sugerirá las palabras oportunas.

20. No serán ustedes quienes hablen, sino que el Espíritu del Padre hablará por ustedes.

21. Los hermanos entregarán a sus hermanos y harán que los maten. Los padres entregarán a sus hijos, y los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán.

22. Todos los odiarán por causa de mí; pero el que se mantenga firme hasta el fin se salvará.

23. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, pues les aseguro que el Hijo del hombre vendrá antes que ustedes hayan recorrido todas las ciudades de Israel.

24. Ningún discípulo es más que su maestro ni ningún criado es más que su amo.

25. Bastante es que el discípulo llegue a ser como su maestro, y el criado como su amo. Si han llamado Belzebú al amo de la casa, ¿qué no dirán de sus familiares?

26. No tengan miedo a la gente. Porque no hay nada secreto que no haya de ser descubierto, ni nada oculto que no haya de ser conocido.

27. Lo que yo les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a plena luz, y lo que escuchan en secreto, pregónenlo desde las terrazas.

28. No tengan miedo de los que pueden matar el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Más bien tengan miedo de aquel que puede destruir el cuerpo y el alma en la gehena.

29. ¿No se venden dos pájaros por muy poco dinero? Sin embargo, ninguno de ellos cae a tierra si el Padre de ustedes no lo permite.

30. Pues bien, ustedes tienen contados hasta el último cabello de la cabeza.

31. Así que no tengan miedo; ustedes valen más que todos los pájaros.

32. Todo aquel que se declare a mi favor delante de los demás, yo también me declararé a favor suyo delante de mi Padre que está en los cielos.