La Palabra Versión Hispanoamericana

Marcos 9:22-35 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

22. Muchas veces ese espíritu lo arroja al fuego o al agua para matarlo. Si puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos.

23. Jesús le contestó:—¡Cómo «si puedes»! Para el que tiene fe, todo es posible.

24. Entonces el padre del muchacho exclamó:—¡Yo tengo fe, pero ayúdame a tener más!

25. Jesús, al ver que se aglomeraba la gente, increpó al espíritu impuro, diciéndole:—¡Espíritu mudo y sordo, te ordeno que salgas de él y que no vuelvas a entrar en él jamás!

26. El espíritu, gritando y haciendo que el muchacho se retorciera con violencia, salió de él dejándolo como muerto, de manera que, en efecto, todos los presentes lo consideraban muerto.

27. Pero Jesús lo tomó de la mano y lo levantó, y el muchacho quedó en pie.

28. Más tarde, cuando los discípulos entraron en casa, preguntaron aparte a Jesús:—¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese demonio?

29. Jesús les contestó:—Este es un género de demonio que nadie puede expulsar si no es por medio de la oración.

30. Se fueron de allí y pasaron por Galilea. Jesús no quería que nadie lo supiera,

31. porque estaba dedicado a instruir a sus discípulos. Les explicaba que el Hijo del hombre iba a ser entregado a hombres que lo matarían, y que al tercer día resucitaría.

32. Pero ellos no entendían nada de esto. Y tampoco se atrevían a preguntarle.

33. Llegaron a Cafarnaún y, una vez en casa, Jesús les preguntó:—¿Qué discutían ustedes por el camino?

34. Ellos callaban, porque por el camino habían venido discutiendo acerca de quién de ellos sería el más importante.

35. Jesús entonces se sentó, llamó a los Doce y les dijo:—Si alguno quiere ser el primero, colóquese en último lugar y hágase servidor de todos.