8. Les ordenó que no llevaran nada para el camino, excepto un bastón. Ni pan, ni zurrón, ni dinero en el bolsillo;
9. que fueran calzados con sandalias y no llevaran más que lo puesto.
10. Les dio estas instrucciones:—Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que salgan del lugar.
11. Y si en algún sitio no quieren recibirlos ni escucharlos, márchense de allí y sacudan el polvo pegado a sus pies, como testimonio contra esa gente.
12. Los discípulos salieron y proclamaron la necesidad de la conversión.
13. También expulsaron muchos demonios y curaban a muchos enfermos ungiéndolos con aceite.
14. La fama de Jesús llegó a oídos del propio rey Herodes. Había algunos que decían:—Este es Juan el Bautista, que ha resucitado. Por eso tiene poder de hacer milagros.
15. Otros, en cambio, decían que era Elías; y otros, que era un profeta semejante a los profetas antiguos.
16. Al oír Herodes todo esto afirmó:—Este es Juan. Yo mandé que lo decapitaran, pero ha resucitado.
17. Y es que el mismo Herodes había hecho arrestar a Juan y lo tuvo encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la esposa de su hermano Filipo, con la que se había casado.
18. Pues Juan había dicho a Herodes:—No te es lícito tener a la mujer de tu hermano.
19. Por eso, Herodías lo odiaba y quería matarlo, pero aún no había encontrado la ocasión propicia,