7. gritando con todas sus fuerzas:—¡Déjame en paz, Jesús, Hijo del Dios Altísimo! ¡Por Dios te ruego que no me atormentes!
8. Y es que Jesús había dicho al espíritu impuro que saliera de aquel hombre.
9. Jesús le preguntó:—¿Cómo te llamas?Él contestó:—Me llamo «Legión», porque somos muchos.
10. Y suplicaba insistentemente a Jesús que no los echara fuera de aquella región.
11. Al pie de la montaña estaba paciendo una gran piara de cerdos,