La Palabra Versión Hispanoamericana

Marcos 12:21-33 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

21. Entonces el segundo hermano se casó con la viuda, pero él también murió sin dejar descendencia. Lo mismo pasó con el tercero,

22. y con los siete: ninguno tuvo descendencia de aquella mujer, que fue la última de todos en morir.

23. Así pues, en la resurrección, cuando todos resuciten, ¿de cuál de ellos será esposa, si los siete estuvieron casados con ella?

24. Jesús les dijo:—Ustedes están en esto muy equivocados al no conocer las Escrituras ni tener idea del poder de Dios.

25. En la resurrección ya no habrá matrimonios, sino que todos serán como los ángeles que están en los cielos.

26. En cuanto a que los muertos han de resucitar, ¿no han leído en el libro de Moisés, en el pasaje de la zarza, lo que Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?

27. Pues bien, él es Dios de vivos y no de muertos. ¡Ustedes están muy equivocados!

28. Uno de los maestros de la ley que había escuchado toda la discusión, al ver lo bien que Jesús les había respondido, se acercó a él y le preguntó:—¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?

29. Jesús le contestó:—El primero es: Escucha, Israel : el Señor, nuestro Dios, es el único Señor.

30. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas.

31. Y el segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que estos.

32. El maestro de la ley contestó a Jesús:—¡Muy bien, Maestro! Es cierto lo que dices: Dios es único y no hay otro fuera de él.

33. Y amar a Dios con todo nuestro corazón, con todo nuestro entendimiento y con todas nuestras fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios.