La Palabra Versión Hispanoamericana

Marcos 11:15-33 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

15. Llegaron a Jerusalén y, entrando en el Templo*, Jesús se puso a expulsar a los que allí estaban vendiendo y comprando. Volcó las mesas de los cambistas de moneda y los puestos de los vendedores de palomas,

16. y no permitía que nadie anduviera por el Templo llevando objetos de un lado a otro.

17. Y los instruía increpándolos:—¿Acaso no dicen las Escrituras que mi casa ha de ser casa de oración para todas las naciones? Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones.

18. Oyeron estas palabras los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, y comenzaron a buscar la manera de matar a Jesús. Aunque le tenían miedo, porque toda la gente estaba pendiente de su enseñanza.

19. Al llegar la noche, Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad.

20. Cuando a la mañana siguiente pasaron junto a la higuera, vieron que se había secado hasta la raíz.

21. Entonces Pedro, recordando lo sucedido, dijo a Jesús:—Maestro, mira: la higuera que maldijiste se ha secado.

22. Jesús le contestó:—Tengan fe en Dios.

23. Les aseguro que si alguien dice a ese monte que se quite de ahí y se arroje al mar, y lo dice sin vacilar, creyendo de todo corazón que va a realizarse lo que pide, lo obtendrá.

24. Por eso les digo que obtendrán todo lo que pidan en oración, si tienen fe en que van a recibirlo.

25. Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenselo, para que también el Padre que está en los cielos les perdone el mal que ustedes hacen.

26. [Pero, si ustedes no perdonan, tampoco el Padre les perdonará el mal que ustedes hacen].

27. Cuando llegaron de nuevo a Jerusalén, mientras Jesús estaba paseando por el Templo, se acercaron a él los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos,

28. y le preguntaron:—¿Con qué derecho haces tú todo eso? ¿Quién te ha autorizado a hacer lo que estás haciendo?

29. Jesús les contestó:—Yo también voy a preguntarles una cosa. Respóndanme y les diré con qué derecho hago todo esto.

30. ¿De quién recibió Juan el encargo de bautizar: de Dios o de los hombres? ¡Respóndanme!

31. Ellos se pusieron a razonar entre sí: «Si contestamos que lo recibió de Dios, él dirá: “¿Por qué, pues, no le creyeron?”.

32. Pero ¿cómo vamos a decir que lo recibió de los hombres?». Y es que temían la reacción del pueblo, porque todos tenían a Juan por profeta.

33. Así que respondieron:—No lo sabemos.Entonces Jesús les replicó:—Pues tampoco yo les diré con qué derecho hago todo esto.