La Palabra Versión Hispanoamericana

Lucas 18:5-19 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

5. voy a hacer justicia a esta viuda para evitar que me siga importunando. Así me dejará en paz de una vez».

6. El Señor añadió:—Ya han oído ustedes lo que dijo aquel mal juez.

7. Pues bien, ¿no hará Dios justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche? ¿Creen que los hará esperar?

8. Les digo que les hará justicia enseguida. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿aún encontrará fe en este mundo?

9. A unos que alardeaban de su propia rectitud y despreciaban a todos los demás, Jesús les contó esta parábola:

10. —En cierta ocasión, dos hombres fueron al Templo a orar. Uno de ellos era un fariseo, y el otro un recaudador de impuestos.

11. El fariseo, plantado en primera fila, oraba en su interior de esta manera: «¡Oh Dios! Te doy gracias porque yo no soy como los demás: ladrones, malvados y adúlteros. Tampoco soy como ese recaudador de impuestos.

12. Ayuno dos veces por semana y pago al Templo la décima parte de todas mis ganancias».

13. En cambio, el recaudador de impuestos, que se mantenía a distancia, ni siquiera se atrevía a levantar la vista del suelo, sino que se golpeaba el pecho y decía: «¡Oh Dios! Ten compasión de mí, que soy pecador».

14. Les digo que este recaudador de impuestos volvió a casa con sus pecados perdonados; el fariseo, en cambio, no. Porque Dios humillará a quien se ensalce a sí mismo; pero ensalzará a quien se humille a sí mismo.

15. Llevaron unos niños a Jesús para que los bendijese. Los discípulos, al verlo, reñían a quienes los llevaban;

16. pero Jesús, llamando a los niños, dijo:—Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque el reino de Dios es para los que son como ellos.

17. Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

18. Uno de los jefes de los judíos preguntó a Jesús:—Maestro bueno, ¿qué he de hacer para alcanzar la vida eterna?

19. Jesús le dijo:—¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solamente Dios.