La Palabra Versión Hispanoamericana

Lucas 11:7-22 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

7. Supongan también que el otro, desde dentro, contesta: «Por favor, no me molestes ahora. Ya tengo la puerta cerrada y mis hijos y yo estamos acostados. ¡Cómo me voy a levantar para dártelos!».

8. Pues bien, les digo que, aunque no se levante a darle los panes por razón de su amistad, al menos para evitar que lo siga molestando, se levantará y le dará todo lo que necesite.

9. Por eso les digo: Pidan y Dios los atenderá, busquen y encontrarán; llamen y Dios les abrirá la puerta.

10. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra, y al que llama, Dios le abrirá la puerta.

11. ¿Qué padre entre ustedes, si su hijo le pide pescado, le dará una serpiente?

12. ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?

13. Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuanto más el Padre que está en el cielo dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?

14. Un día, estaba Jesús expulsando un demonio que se había apoderado de un hombre dejándolo mudo. En cuanto el demonio salió de él, el mudo recobró el habla y los que lo presenciaron se quedaron asombrados.

15. Pero algunos dijeron:—Belzebú, el propio jefe de los demonios, le da a este el poder para expulsarlos.

16. Otros, para tenderle una trampa, le pedían que hiciera alguna señal milagrosa de parte de Dios.

17. Pero Jesús, que conocía sus intenciones, les dijo:—Si una nación se divide en bandos, se destruye a sí misma y sus casas se derrumban.

18. Por tanto, si Satanás actúa contra sí mismo, ¿cómo podrá mantener su poder? Pues eso es lo que ustedes dicen: que yo expulso los demonios por el poder de Belzebú.

19. Pero si Belzebú me da a mí el poder para expulsar demonios, ¿quién se lo da a los propios seguidores de ustedes? ¡Ellos mismos serán los jueces de ustedes!

20. Ahora bien, si yo expulso los demonios por el poder de Dios, es que el reino de Dios ya les ha llegado a ustedes.

21. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su mansión, su propiedad está segura;

22. pero si otro más fuerte que él llega y lo vence, entonces le quita las armas en las que confiaba y reparte como botín todos sus bienes.