La Palabra Versión Hispanoamericana

Levítico 8:25-36 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

25. Tomó luego la grasa, la cola, toda la grasa que envuelve las vísceras, la grasa del hígado, los dos riñones con su grasa y el muslo derecho.

26. Tomó también una torta sin levadura, una torta de pan de aceite y un hojaldre del canastillo que estaba ante el Señor conteniendo los panes sin levadura, y colocó todo esto junto con la grasa y con el muslo derecho.

27. Puso todo en las manos de Aarón y de sus hijos, y estos hicieron el rito de la elevación ofreciéndolo en presencia del Señor.

28. De nuevo Moisés lo tomó de manos de Aarón y de sus hijos y lo quemó en el altar sobre el holocausto. Fue este un sacrificio de consagración, sacrificio de grato olor ofrecido al Señor.

29. Moisés tomó entonces el pecho haciendo con él el rito de la elevación* en presencia del Señor. Esta fue la parte del carnero de la ofrenda de consagración, que correspondió a Moisés tal como el Señor se lo había ordenado al mismo Moisés.

30. Tomó, finalmente, Moisés el aceite de la unción y la sangre del altar, rociando con ellas a Aarón y a sus ropas, a los hijos de Aarón y a sus ropas; y así quedaron consagrados Aarón, sus hijos y sus ropas.

31. Moisés dijo a Aarón y a sus hijos:—Cuezan la carne a la entrada de la Tienda del encuentro, y cómanla allí, junto con el pan que está en el canastillo del sacrificio de consagración,* según lo ordené cuando dije: «Lo comerán Aarón y sus hijos».

32. Y lo que sobre de la carne y del pan, lo quemarán.

33. Y no se apartarán de la entrada de la Tienda del encuentro durante siete días. Permanecerán allí hasta el día que se cumpla el período de su consagración que durará siete días.

34. Lo que se ha hecho hoy, lo ha ordenado el Señor así para obtener la expiación de ustedes.

35. Permanecerán a la entrada de la Tienda del encuentro durante siete días y siete noches, cumpliendo lo previsto por el Señor, para que no mueran. Así me ha sido ordenado.

36. Y Aarón y sus hijos cumplieron todo lo que el Señor había ordenado por medio de Moisés.