La Palabra Versión Hispanoamericana

Levítico 14:6-19 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

6. Después tomará el ave aún viva, la madera de cedro, la cinta escarlata y el hisopo, y los mojará en la sangre del ave inmolada sobre la vasija con agua corriente;

7. rociará siete veces al que va a ser purificado de la lepra y lo declarará puro; al ave viva la dejará en libertad por el campo.

8. Y el que se purifica lavará sus ropas, se afeitará completamente, se bañará y quedará puro. Después podrá entrar en el campamento, pero vivirá siete días fuera de su tienda.

9. Pasados los siete días, se rapará la cabeza, la barba, las cejas y todo el pelo; lavará sus ropas, se bañará y quedará puro.

10. El día octavo tomará dos corderos sin defecto alguno y una cordera de un año, también sin defecto alguno, junto con seis kilos de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda de cereal y un cuarto de litro de aceite.

11. El sacerdote que efectúa la purificación presentará ante el Señor, a la entrada de la Tienda del encuentro, a la persona que se ha de purificar junto con sus ofrendas;

12. a continuación el sacerdote tomará un cordero como reparación* con un cuarto de litro de aceite, haciendo el rito de la elevación en presencia del Señor.

13. Y degollará el cordero en el lugar del santuario donde se inmolan las víctimas del sacrificio por el pecado y se ofrece el holocausto, pues tanto la víctima del sacrificio por el pecado, como la del sacrificio de reparación, les corresponde al sacerdote; es algo muy sagrado.

14. El sacerdote tomará parte de la sangre del sacrificio de reparación y untará con ella el lóbulo de la oreja derecha de la persona que se purifica, el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho.

15. Asimismo el sacerdote tomará el cuarto de litro de aceite, lo echará sobre la palma de su mano izquierda,

16. mojará su dedo derecho en el aceite que tiene en su mano izquierda, y asperjará con su dedo el aceite siete veces en presencia del Señor.

17. Con el aceite restante que hay en su mano, el sacerdote untará el lóbulo de la oreja derecha de quien se purifica, el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho, encima de donde había untado con la sangre de la ofrenda de reparación.

18. Y el resto del aceite que aún le quede en su mano, lo derramará sobre la cabeza de quien se purifica. De esta manera el sacerdote hará expiación por él en presencia del Señor.

19. El sacerdote presentará luego la ofrenda de purificación, y hará expiación por el que se ha de purificar de su impureza. Seguidamente inmolará la víctima del holocausto