16. Entonces llegó un anciano que regresaba al atardecer de las faenas del campo. Era un hombre de la montaña de Efraín, que residía como inmigrante en Guibeá; la gente del lugar era benjaminita.
17. El anciano vio al viajero que estaba en la plaza de la ciudad, y le preguntó:—¿A dónde vas y de dónde vienes?
18. El levita le respondió:—Estamos de paso, venimos de Belén de Judá y vamos a la zona norte de la montaña de Efraín. Yo soy de allí. Fui a Belén de Judá y ahora regreso a mi casa, pero nadie me ha ofrecido la suya;
19. y eso que tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y pan y vino para mí, para tu servidora y para el joven que acompaña a tu siervo. No nos falta de nada.
20. El anciano le dijo:—La paz sea contigo; yo proveeré a todas tus necesidades; pero no pases la noche en la plaza.