La Palabra Versión Hispanoamericana

Juan 11:31-43 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

31. Los judíos que estaban en casa con María, consolándola, al ver que se levantaba y salía muy de prisa, la siguieron, pensando que iría a la tumba de su hermano para llorar allí.

32. Cuando María llegó al lugar donde estaba Jesús y lo vio, se arrojó a sus pies y exclamó:—Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.

33. Jesús, al verla llorar a ella y a los judíos que la acompañaban, lanzó un suspiro y, profundamente emocionado,

34. preguntó:—¿Dónde lo han sepultado?Ellos contestaron:—Ven a verlo, Señor.

35. Jesús se echó a llorar,

36. y los judíos allí presentes comentaban:—Bien se ve que lo quería de verdad.

37. Pero algunos dijeron:—Y este, que dio vista al ciego, ¿no podría haber hecho algo para evitar la muerte de su amigo?

38. Jesús, de nuevo profundamente emocionado, se acercó a la tumba. Era una cueva cuya entrada estaba tapada con una piedra.

39. Jesús les ordenó:—Quiten la piedra.Marta, la hermana del difunto, le advirtió:—Señor, tiene que oler ya, pues lleva sepultado cuatro días.

40. Jesús le contestó:—¿No te he dicho que, si tienes fe, verás la gloria de Dios?

41. Quitaron, pues, la piedra y Jesús, mirando al cielo, exclamó:—Padre, te doy gracias porque me has escuchado.

42. Yo sé que me escuchas siempre; si me expreso así, es por los que están aquí, para que crean que tú me has enviado.

43. Dicho esto, exclamó con voz potente:—¡Lázaro, sal afuera!