La Palabra Versión Hispanoamericana

Juan 21:12-25 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

12. Jesús les dijo:—Acérquense y coman.A ninguno de los discípulos se le ocurrió preguntar: «¿Quién eres tú?», porque sabían muy bien que era el Señor.

13. Jesús, por su parte, se acercó, tomó el pan y se lo repartió; y lo mismo hizo con los peces.

14. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.

15. Terminada la comida, Jesús preguntó a Pedro:—Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?Pedro le contestó:—Sí, Señor, tú sabes que te quiero.Jesús le dijo:—Apacienta mis corderos.

16. Jesús volvió a preguntarle:—Simón, hijo de Juan, ¿me amas?Pedro respondió:—Sí, Señor, tú sabes que te quiero.Jesús le dijo:—Cuida de mis ovejas.

17. Por tercera vez le preguntó Jesús:—Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?Pedro se entristeció al oír que le preguntaba por tercera vez si lo quería, y contestó:—Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.Entonces Jesús le dijo:—Apacienta mis ovejas.

18. Y añadió:—Te aseguro que cuando eras más joven, tú mismo te ajustabas la túnica con el cinturón e ibas a donde querías; pero, cuando seas viejo, tendrás que extender los brazos y será otro quien te atará y te conducirá a donde no quieras ir.

19. Jesús se expresó en estos términos para indicar la clase de muerte con la que Pedro daría gloria a Dios. Acto seguido dijo:—Sígueme.

20. Pedro se volvió y vio que detrás de ellos venía el discípulo a quien Jesús tanto quería, el mismo que en la cena se había recostado sobre el pecho de Jesús y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que va a traicionarte?».

21. Al verlo, Pedro preguntó a Jesús:—Señor, y este, ¿qué suerte correrá?

22. Jesús le contestó:—Si yo quiero que él quede hasta que yo vuelva, ¿a ti qué? Tú sígueme.

23. Estas palabras dieron pie para que entre los hermanos circulase el rumor de que este discípulo no iba a morir. Sin embargo, Jesús no dijo a Pedro que este discípulo no moriría; simplemente dijo: «Si yo quiero que él quede hasta que yo vuelva, ¿a ti qué?».

24. Este discípulo es el mismo que da testimonio de todas estas cosas y las ha escrito. Y nosotros sabemos que dice la verdad.

25. Jesús hizo además otras muchas cosas; tantas que, si se intentara ponerlas por escrito una por una, pienso que ni en el mundo entero cabrían los libros que podrían escribirse.