La Palabra Versión Hispanoamericana

Josué 10:10-27 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

10. El Señor hizo que Israel los desbaratara y les infligiera una severa derrota en Gabaón, persiguiéndolos y destrozándolos por el camino de la cuesta de Bet Jorón, hasta llegar a Acecá y Maquedá.

11. Y sucedió que, mientras huían ante Israel por la bajada de Bet Jorón, el Señor lanzó desde el cielo sobre ellos grandes piedras hasta Acecá, ocasionando su muerte. Fueron más los que murieron por las piedras que los que murieron por la espada de los israelitas.

12. Fue aquel mismo día, el día en que el Señor entregó a los amorreos en manos de los israelitas, cuando Josué se dirigió al Señor, en presencia de Israel, y dijo:«Detente, sol, en Gabaón,y tú, luna, sobre el valle de Ayalón».

13. Y el sol se detuvo y la luna se paróhasta que el pueblo se vengó de sus enemigos.¿No es así como está escrito esto en el Libro del Justo: «El sol se paró en medio del cielo y tardó un día entero en ponerse»?

14. No hubo antes ni ha habido después un día como aquel, en que el Señor obedeciera a un ser humano. Es que el Señor combatía en favor de Israel.

15. A continuación Josué regresó con todo Israel al campamento de Guilgal.

16. Los cinco reyes derrotados huyeron y se escondieron en la cueva de Maquedá.

17. Y se informó a Josué:—Han sido descubiertos los cinco reyes; están escondidos en la cueva de Maquedá.

18. Josué ordenó:—Hagan rodar unas piedras grandes hasta la boca de la cueva y custódienla con algunos efectivos.

19. Y ustedes muévanse y persigan a sus enemigos; córtenles la retirada y no los dejen entrar en las ciudades de ellos, porque el Señor Dios de ustedes los ha entregado en sus manos.

20. Cuando Josué y los israelitas los derrotaron totalmente, hasta acabar con ellos, los que lograron escapar se refugiaron en las plazas fuertes.

21. Todo el pueblo regresó sano y salvo al campamento de Josué, en Maquedá. Y no hubo quien se atreviera a oponerse a los israelitas.

22. Dijo entonces Josué:—Abran la boca de la cueva y sáquenme de ella a esos cinco reyes.

23. Así lo hicieron: sacaron de la cueva a los cinco reyes: al rey de Jerusalén, al rey de Hebrón, al rey de Jarmut, al rey de Laquis y al rey de Eglón.

24. Una vez fuera, se los presentaron a Josué que convocó a todos los israelitas y dijo a los capitanes de tropa que lo acompañaban:—Acérquense y pongan sus pies sobre la nuca de esos reyes.Ellos se acercaron y pusieron los pies sobre las nucas de los reyes.

25. Josué añadió:—Sean decididos y valientes; no tengan miedo ni se acobarden, pues así tratará el Señor a todos los enemigos contra los que tienen que combatir.

26. Acto seguido, Josué los hirió de muerte y los mandó colgar de cinco árboles, permaneciendo así hasta el atardecer.

27. Al ponerse el sol, Josué ordenó que los descolgaran de los árboles y los arrojaran a la cueva en la que se habían ocultado. A la boca de la cueva pusieron unas grandes piedras que allí están todavía hoy.