La Palabra Versión Hispanoamericana

Job 1:8-21 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

8. El Señor añadió:—¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo, honrado y respetuoso de Dios, y vive apartado del mal.

9. Satán contestó al Señor:—¿Y crees que Job respeta a Dios sin motivo?

10. Tú mismo lo has rodeado de seguridad; lo has protegido, junto con su hogar y sus pertenencias: has bendecido sus trabajos, y sus rebaños llenan el país.

11. Pero te apuesto que si extiendes tu mano y dañas sus posesiones, te maldecirá a la cara.

12. El Señor respondió a Satán:—Haz lo que quieras con sus cosas, pero no se te ocurra tocar su persona. Satán abandonó la presencia del Señor.

13. Un día que sus hijos e hijas banqueteaban en casa del hermano mayor,

14. llegó un mensajero a casa de Job con la siguiente noticia:—Mientras los bueyes estaban arando y las burras pastando a su lado,

15. cayeron sobre ellos unos sabeos, acuchillaron a los mozos y se llevaron el ganado. Solo yo he podido escapar para contártelo.

16. Aún no había acabado el mensajero de hablar, cuando llegó otro con la siguiente noticia:—Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido a las ovejas y a los pastores. Solo yo he podido escapar para contártelo.

17. Aún no había acabado este de hablar, cuando llegó otro con la siguiente noticia:—Una banda de caldeos, divididos en tres grupos, ha caído sobre los camellos y se los ha llevado, después de acuchillar a los mozos. Solo yo he podido escapar para contártelo.

18. Aún no había acabado este de hablar, cuando llegó otro con la siguiente noticia:—Estaban tus hijos y tus hijas banqueteando en casa del hermano mayor,

19. cuando un huracán que cruzaba el desierto embistió la casa por los cuatro costados; la casa se derrumbó sobre los jóvenes y los mató. Solo yo he podido escapar para contártelo.

20. Job se levantó, se rasgó la ropa, se afeitó la cabeza, se echó por tierra

21. y dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré a él. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; bendito sea el nombre del Señor».