La Palabra Versión Hispanoamericana

Jeremías 8:8-23 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

8. ¿Cómo dicen «Somos sabios,tenemos la ley del Señor»,si resulta que la ha corrompidola pluma corrupta de los expertos?

9. Los sabios están avergonzados,asustados, y quedan atrapados.Si han rechazado la palabra del Señor,¿de qué puede servirles su sabiduría?

10. Por eso, voy a dar a otros sus mujeres,entregaré sus campos a los conquistadores.Es que del pequeño al grandetodos piensan en medrar;del profeta al sacerdotetodos andan entre fraudes.

11. Han curado la herida de mi pueblo,pero solo por encima, diciendo:«Paz, paz», pero no hay paz.

12. Deberían sentirse avergonzadospor haber cometido abominaciones;pero no se van a avergonzar,ni siquiera conocen el pudor.Por eso caerán entre otros caídos,se hundirán cuando venga a castigarlos—oráculo del Señor—.

13. Quisiera cosechar algo*—oráculo del Señor—,pero no hay uvas en la cepa,tampoco higos en la higuera;tienen las hojas marchitas.¡Pues los convertiré en bosque pelado!

14. ¿Qué hacemos aquí sentados?Vayamos juntos a las ciudades fortificadasy acabemos allí de una vez,pues es el Señor nuestro Diosquien quiere acabar con nosotros;nos da a beber nuestras lágrimas,pues hemos pecado contra el Señor.

15. Esperábamos paz y nada va bien;un tiempo saludable, y llega el terror.

16. Desde Dan se puede oírresoplar a sus caballos,relinchar a sus corceles:la tierra se estremece.Llegan devorando la tierra y cuanto contiene,las ciudades y todos sus habitantes.

17. Voy a enviar contra ustedesserpientes y víboras,que no responden a encantamientos:los morderán. —Oráculo del Señor—.

18. Me siento abrumado de dolor*,tengo enfermo el corazón,al oír los gritos de mi pueblodesde una tierra lejana:

19. «¿No está el Señor en Sión?¿No está su rey en ella?»*.«¿Por qué me irritaron con sus ídolos,con esas naderías extranjeras?».

20. Pasó la cosecha, se acabó el verano,pero nosotros no hemos sido salvados.

21. Los destrozos en la capitalme tienen del todo destrozado,ando entristecido, presa del espanto.

22. ¿Ya no hay bálsamo en Galaad?¿No quedan médicos allí?¿Por qué, pues, sigue abiertala herida de la capital de mi pueblo?

23. ¿Por qué no será mi cabeza una fuentey mis ojos un manantial de lágrimas,para llorar de día y de nochepor las víctimas de la capital de mi pueblo?