La Palabra Versión Hispanoamericana

Jeremías 36:12-26 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

12. Entonces bajó al palacio real, a la sala del canciller, y encontró allí reunidos a los dignatarios: al canciller Elisamá, a Delaías, hijo de Semaías; a Elnatán, hijo de Acbor; a Guemarías, hijo de Safán; a Sedecías, hijo de Jananías, y al resto de dignatarios.

13. Miqueas les transmitió todas las palabras que había oído leer a Baruc en presencia del pueblo.

14. Entonces los dignatarios enviaron donde Baruc a Jehudí, hijo de Netanías, y a Selemías, hijo de Cusí, con este mensaje para Baruc: «Toma el rollo que has leído en presencia del pueblo y tráenoslo personalmente». Baruc, hijo de Nerías, les llevó el rollo.

15. Ellos le dijeron:—Siéntate y léelo ante nosotros.Y Baruc lo leyó ante ellos.

16. Cuando oyeron el texto que contenía, se asustaron y decidieron que tenían que comunicar todo aquello al rey.

17. Le preguntaron a Baruc:—Dinos cómo has escrito este texto.

18. Baruc les respondió:—Él me suele dictar todo y yo lo escribo en el libro.

19. Dijeron los dignatarios a Baruc:—Vete y ocúltate junto con Jeremías, y que nadie sepa dónde están.

20. Después acudieron al rey, por el patio interior, tras haber guardado el rollo en la sala de Elisamá, el canciller, y contaron al rey todo lo sucedido.

21. El rey mandó a Jehudí en busca del rollo. Lo trajo de la sala del canciller Elisamá y lo leyó ante el rey y todos los dignatarios que se ponían junto al rey.

22. Como era el mes noveno, el rey estaba en la residencia de invierno, y tenía delante un brasero encendido.

23. Cada vez que Jehudí leía tres o cuatro columnas del rollo, el rey hacía un corte con el cortaplumas del canciller y tiraba al brasero la parte ya leída, hasta que todo el rollo acabó en el fuego del brasero.

24. Pero el rey y los ministros que escuchaban aquel texto ni se asustaron ni rasgaron sus vestiduras.

25. Elnatán, Delaías y Guemarías habían insistido al rey pidiéndole que no quemara el rollo, pero no les había hecho caso.

26. Después el rey mandó a Jerajmeel, príncipe real, a Seraías, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdeel, con la orden de arrestar al secretario Baruc y al profeta Jeremías. Pero el Señor los ocultó.