La Palabra Versión Hispanoamericana

Jeremías 25:1-15 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

1. Palabra que recibió Jeremías relativa a todo el pueblo de Judá, el año cuarto del reinado de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá. Era el año primero de Nabucodonosor, rey de Babilonia.

2. El profeta Jeremías se la comunicó a todo el pueblo de Judá y a todos los habitantes de Jerusalén, en estos términos:

3. —Desde el año décimo tercero de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta el día de hoy (veintitrés años en total) he recibido la palabra del Señor y se la he comunicado a ustedes día tras día, pero no han escuchado.

4. También el Señor les ha enviado puntualmente a sus siervos los profetas, pero ustedes no escucharon ni se esforzaron por escuchar.

5. Les decían: «Si cada cual abandona su mala conducta y sus malas acciones, volverá a la tierra que el Señor les dio a ustedes y a sus antepasados, desde siempre y para siempre.

6. No vayan detrás de dioses extranjeros, sirviéndolos y adorándolos, y no me irriten con sus obras; así tampoco los trataré mal».

7. Pero, para su desgracia, no me escucharon —oráculo del Señor— y siguieron irritándome con sus obras.

8. Por eso, así dice el Señor del universo: Por no haber escuchado mis palabras,

9. mandaré a buscar a todas las tribus del norte —oráculo del Señor— y a mi siervo Nabucodonosor*, rey de Babilonia, y los traeré contra esta tierra y sus habitantes, y contra todos los pueblos de alrededor a los que consagraré al exterminio y convertiré en objeto de horror y burla, y en desolación perpetua.

10. Pondré fin a las voces alegres de fiesta, a las canciones del novio y de la novia, al ruido del molino y a la luz de la lámpara.

11. Y todo este país se convertirá en ruina y desolación, y los pueblos de alrededor servirán al rey de Babilonia durante setenta años.

12. Cuando se cumplan los setenta años, pediré cuentas al rey de Babilonia y a aquella nación —oráculo del Señor— por todos sus crímenes, y convertiré el país de los caldeos en desolación perpetua.

13. Haré que se cumplan contra aquel país todas las palabras que pronuncié contra ellos, todo lo escrito en este libro, el de las profecías de Jeremías contra todas las naciones.

14. También ellos estarán esclavizados a numerosas naciones y a reyes poderosos; les pagaré conforme a sus acciones, a lo que hayan realizado.

15. Así me dijo el Señor, Dios de Israel:—Toma esta copa del vino de la cólera que te doy, y házsela beber a todas las naciones adonde voy a enviarte.