La Palabra Versión Hispanoamericana

Jeremías 23:18-33 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

18. ¿Quién estuvo en el consejo del Señory vio todo y escuchó su palabra?¿Quién prestó la debida atención,de modo que pudiera oír esa palabra?

19. Ya ha estallado la tempestad del Señor,que gira sobre la cabeza de los malvados;

20. no cesará la cólera del Señorhasta haber ejecutado sus designios.Después de que pase ese tiempo,lograrán entenderlo del todo.

21. Yo no envié a los profetas,pero ellos se apresuraban a hablar;tampoco les dirigí mi palabra,pero ellos profetizaban.

22. Si hubieran participado en mi consejo,transmitirían mis palabras a mi pueblopara que se convirtiera de su mal caminoy abandonase sus malvadas acciones.

23. ¿Acaso soy Dios solo de cerca—oráculo del Señor—y no lo soy también de lejos?

24. Si alguien se oculta en su escondrijo,¿creen que no puedo verlo?—Oráculo del Señor—.¿No lleno yo cielo y tierra?—Oráculo del Señor—.

25. He oído lo que dicen los profetas, los que profetizan mentiras en mi nombre, los que dicen: «He tenido un sueño, he tenido un sueño».

26. ¡Basta ya! La mente de los profetas está repleta de falsas profecías, producto de su fantasía.

27. Con los sueños que se cuentan entre sí, tratan de que mi pueblo me olvide, como me olvidaron sus antepasados por Baal.

28. El profeta que tenga un sueño,que cuente un sueño;y el que tenga mi palabra,que la diga tal cual es.¿Qué tiene que ver la pajacomparada con el grano?—oráculo del Señor—.

29. ¿No es mi palabra como fuego—oráculo del Señor—,o mazo que cuartea la roca?

30. Por eso, aquí estoy contra los profetas —oráculo del Señor— que se roban unos a otros mis palabras.

31. Aquí estoy contra los profetas —oráculo del Señor— que hacen uso de su lengua para lanzar oráculos.

32. Aquí estoy contra los profetas que tienen falsos sueños —oráculo del Señor—, que luego los cuentan y extravían a mi pueblo con sus mentiras y sus pretensiones. Y resulta que yo ni los envié ni les di ninguna orden. Por eso, no pueden ser útiles a este pueblo —oráculo del Señor—.

33. Si alguien de este pueblo, un profeta o un sacerdote te preguntan: «¿Cuál es el oráculo* del Señor?», les dirás: «La carga son ustedes, y voy a dejarlos caer» —oráculo del Señor—.