2. Me busqué dos testigos fidedignos, al sacerdote Urías y a Zacarías, hijo de Baraquías.
3. Luego me acosté con la profetisa, que concibió y dio a luz un hijo. El Señor me dijo:—Lo llamarás Maher Salal, Jas Baz,
4. pues, antes de que sepa el niño decir «papá» y «mamá», serán llevados ante el rey de Asiria las riquezas de Damasco y el botín de Samaría.
5. El Señor volvió a hablarme en estos términos:
6. —Este pueblo ha despreciado las aguas de Siloé, que corren mansas, y se ha alegrado ante el orgullo invasor de Rasín y del hijo de Remalías.
7. Por eso, el Señor va a hacer que los aneguen las aguas del Éufrates, poderosas y caudalosas:se saldrán de su cauce,correrán inundando riberas,
8. penetrarán impetuosas por Judá,llegarán hasta el cuello.Sus límites se extenderánhasta cubrir la anchura de la tierra.¡Oh Dios-con-nosotros!
9. Reúnanse, pueblos, y échense a temblar;escuchen los de tierras lejanas:aunque se ciñan las armas,serán derrotados;aunque se preparen para la guerra,serán quebrantados.
10. Si hacen un plan, fracasará;su palabra no se sostendrá,pues está Dios-con-nosotros.
11. Así me dijo el Señor sujetándome con la mano e impidiéndome caminar con este pueblo: