La Palabra Versión Hispanoamericana

Hechos 9:5-16 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

5. —¿Quién eres, Señor? —preguntó Saulo.—Soy Jesús, a quien tú persigues —respondió la voz—.

6. Anda, levántate y entra en la ciudad. Allí recibirás instrucciones sobre lo que debes hacer.

7. Sus compañeros de viaje se habían quedado mudos de estupor. Oían la voz, pero no veían a nadie.

8. Saulo se levantó del suelo y, cuando abrió los ojos, no podía ver. Así que lo llevaron de la mano a Damasco,

9. donde pasó tres días privado de la vista, sin comer y sin beber.

10. Residía en Damasco un discípulo llamado Ananías. En una visión oyó que el Señor lo llamaba:—¡Ananías!—Aquí estoy, Señor —respondió.

11. El Señor le dijo:—Vete rápidamente a casa de Judas, en la calle Recta, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Ahora está orando

12. y acaba de tener una visión en la que un hombre llamado Ananías entra en su casa y le toca los ojos con las manos para que recobre la vista.

13. —Señor —contestó Ananías—, muchas personas me han hablado acerca de ese hombre y del daño que ha causado a tus fieles en Jerusalén.

14. Y aquí mismo tiene plenos poderes de los jefes de los sacerdotes para prender a todos los que te invocan.

15. —Tú vete —replicó el Señor—, porque he sido yo quien ha elegido a ese hombre como instrumento para que anuncie mi nombre a todas las naciones, a sus gobernantes y al pueblo de Israel.

16. Yo mismo le mostraré lo que habrá de sufrir por mi causa.