La Palabra Versión Hispanoamericana

Hechos 2:21-34 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

21. Y todo el que invoque al Señor, obtendrá la salvación.

22. Escuchen esto, israelitas: Jesús de Nazaret fue el hombre a quien Dios avaló ante ustedes con los milagros, prodigios y señales que, como bien saben, Dios realizó entre ustedes a través de Jesús.

23. Dios lo entregó conforme a un plan proyectado y conocido de antemano, y ustedes, valiéndose de no creyentes, lo clavaron en una cruz y lo mataron.

24. Pero Dios lo ha resucitado, librándolo de las garras de la muerte. Y es que no era posible que la muerte dominase a aquel

25. a quien se refiere David cuando dice: Sentía constantemente al Señor junto a mí, ya que está a mi lado para impedir que caiga.

26. Por eso se alegra mi corazón, canta gozosa mi lengua y hasta mi cuerpo rebosa de esperanza.

27. Porque no me abandonarás al poder del abismo ni permitirás que tu elegido se corrompa .

28. Me has enseñado el camino que conduce a la vida y tu presencia me llenará de alegría.

29. Hermanos, voy a hablarles con franqueza: a nadie se le oculta que nuestro antepasado David murió y fue enterrado; es más, su tumba se conserva todavía entre nosotros.

30. Pero como era profeta y sabía que Dios le había prometido solemnemente que un descendiente de su misma sangre había de sucederle en el trono,

31. previó la resurrección del Mesías cuando anunció que ni lo abandonaría al poder del abismo ni su cuerpo se corrompería.

32. Pues bien, a este, que es Jesús, Dios lo ha resucitado, y todos nosotros somos testigos de ello.

33. El poder de Dios lo ha exaltado y él, habiendo recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, lo ha repartido en abundancia, como ustedes están viendo y oyendo.

34. David no ascendió al cielo; sin embargo, dice: Dijo el Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha